2.6.05

Será la vista que se tiene de estar apoyado sobre la cama..."Reflexiones de otoños y primaveras"

Julián entró nuevamente a su cuarto. Era de noche. Apenas unas luces frías alumbraban su jardín cada día más seco y descuidado. El incipiente otoño hacía mella sobre él. Sobre el jardín también. Las últimas hojas de lo que alguna vez floreció en una linda primavera parecían no querer despegarse de sus ramas (mucho más grandes y viejas que aquellas tímidas que recién asomaban un par de estaciones atrás). Su vida, como la de su jardín, estaba perdiendo sus colores. Colores maravillosos, que solo habían sido vistos por él (y alguien más), desde su ventana. Inolvidables. Reflejos de un alma rellena con sucesos de este lado del vidrio, empañado. Hoy, ya en un claro otoño, Julián vuelve a mirar para afuera. Desea colores. Anhela amaneceres que rocen lo rosado. Soles que avergüencen de rojizos. Cielos que parezcan celestiales... Pero solo ve hojas. Hojas que se revuelcan en el piso. Hojas, como las de su cuaderno, allí posado frente a él. Pálidas, como su propio rostro. Amarillentas, como esas otras del jardín. Estáticas, en clara contraposición a sus primas, que siguen danzando por el aire... Julián se reconoce entonces, en esa silla chillona por vigésima vez. Nuevamente frente a esa ventana transparente (no empañada), observando la noche. Solo pueden desprenderse de él palabras tristes, relatos emotivos, recuerdos grises (que algún día fueron arco iris brillante y hoy son meras líneas opacas). Entonces, apoya su pluma en el cuaderno y se deja llevar. A su lado caen las hojas, movidas por el viento otoñal. Caen unas sobre otras acolchonando el suelo. Ya no se podría atravesar el cuarto sin escuchar el crujido a su paso. Su cuarto es ahora un jardín. Como solo ocurre en los otoños. Entonces, recoge sus hojas como puede, quizás recordando aquellos usuales pedidos de su madre. Las pone a todas en una bolsa, y ésta, junto con las otras. Recién allí Julián se detiene. Recién allí se da cuenta que todas las bolsas están llenas de hojas. Hojas caídas en otoño. Otros otoños quizás, pero solo otoños. Fríos, tristes, solitarios. Recién alli se da cuenta que ninguna bolsa guarda flores. Flores de primaveras pasadas.

3 Perspectivas:

Anonymous Anónimo esbozo...

será que las flores se guardan en otro lugar...
más adentro...

6:58 p. m.  
Blogger Cronopio Morales esbozo...

Seguro...
o por ahi no (solo) se guardan, sino que lo acompañan a uno todo el tiempo...

11:41 p. m.  
Anonymous Anónimo esbozo...

=0)

8:54 a. m.  

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